La cómoda pieza del loco.

Decidí darle color a las palabras y acolchar las murallas del sitio. Si, los textos han adquirido un color sanguinolento, no por algún impulso morboso, se trata de la vida que hay en cada unión de letras, la savia que conduce la vida y que mantiene latentes las historias, diálogos, pensamiento e ilustres comentarios, siempre bienvenidos. Títulos y links son desde hoy azules, intentando buscar la sobria y esquiva sabiduría que muchos quisieramos alcanzar antes de irnos al cielo... azul por demás.
El acolchado obedece a dos razones; La primera y más importante es ofrecer a usted, ilustre visita, lector incondicional y/o pasajero, la posibilidad de sentirse cómodo, mullido, tibio y descansado durante su estadía en esta, mi casa. La segunda es la necesidad de contener los arrebatos de locura que algunos de los textos aquí presentes han denotado, definitivamente y por una cuestión de supervivencia este lugar se ha convertido en una cómoda habitación de manicomio, donde podré darme contra las murallas sin dañar mi ya maltrecha humanidad a manos de un intelecto desquiciado que viaja entre el humor negro y las lágrimas enamoradas.
Justifico de esta manera el nuevo título de este blog, que es el de siempre, con el mismo Plenu, que intenta dar un pasito hacia la consolidación, de cabeza contra el muro en "La cómoda pieza del loco".