viernes, marzo 11, 2005
Paul Schaefer
Tal y como lo hiciste durante los últimos siete años, con la misma disciplina y testarudez que mantuviste ayer durante tu captura, me gustaría que guardaras silencio, el más absoluto, profundo, obscuro y tenso silencio. De esta forma lograrás oír, aún después de tantos años, los gritos de niños, el llanto de padres, el ruido de falanges apretadas una contra otra, restregando manos histéricas de impotencia. Silencio, oye el crujido de catres inmundos siguiendo ritmos diabólicos, siente el rechinar de dientes apretados, gemidos de tortura, sollozos apagados por el terror.
No digas nada, solo escucha con atención las miles y miles de preguntas que tienen para ti todos aquellos que te siguieron, que trabajaron tu tierra, que cocinaron tus almuerzos, que hicieron tu cama, lavaron tus pies y hasta te entregaron a sus hijos confiados en un mejor futuro para ellos.
¿Tienes respuestas para todos? y si fuera así, ¿Crees que a alguien le interesa oír tu voz?.
Mejor usa tus sucias manos para algo limpio y, manteniéndo ese riguroso silencio que ayer luciste, escribe tus descargos con un desgraciado lápiz en algún contaminado papel y luego puedes quedarte en un rincón, de pie,mirando la muralla, en silencio... no tienes Dignidad.
# posted by plenu @ 8:35 a. m. 
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Este es el tipo de situaciones en las que quisiera salir y descuartizar con mis propias manos a los hombres o mujeres que hacen tanto dano como lo hizo Schaefer. Estoy indignada, triste, enojada.
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