La cómoda pieza del loco.

Hoy voy a tomar un aperitivo, algo rico. El calor de Febrero le ha dado un respiro a la ciudad y mientras las playas se atestan de gente, aquí se respira tranquilidad. Salir a la calle es un placer, se descansa, se descubre el paisaje urbano ante los ojos, con sus parques y edificios hermosos que durante el resto del año sucumben ante el reloj, las bocinas y el ajetreo imparable. Santiago también tiene vacaciones cuando se sacude el hormigueo de sus habitantes... y se vuelve amable con los que nos quedamos, se muestra, sonríe.

Hoy voy a tomar un aperitivo pero antes, llamaré a mis padres por teléfono; veré si podemos visitarlos mañana pues, aunque sea lunes, también será tranquilo al igual que el resto de la semana y podremos verlos más y mejor, buscar sus nuevas canas y abrazarlos más tiempo, total, no habrá tantos mails que responder ni curriculums por enviar ni reuniones a que asistir.

Permiso, voy a preparar un trago no sin antes pasar a darle un beso a mi mujer, sin apuro, es domingo, es Febrero.